Ser agradecidos

Según la historia, en el año 1620 los peregrinos viajaron desde Inglaterra a las Américas en el barco Mayflower y desembarcaron en Plymouth. Fueron recibidos amistosamente por los nativos de Massachusetts quienes compartieron con los peregrinos sus conocimientos sobre las cosechas en esta tierra y les enseñaron a cazar y a curar la carne de los animales de la zona. En muestra de agradecimiento por haber sobrevivido y tener que comer, los peregrinos  organizaron una cena y la compartieron alimentos, bebidas y diversión con los indios nativos para agradecer su ayuda. Esta  primera celebración de acción de gracias duró varios días. Hoy, como muestra de agradecimiento se sigue celebrando ese día. Debe ser un día para agradecer por lo que tenemos y por lo que no hemos tenido. Desafortunadamente, ante un mundo dominado por el consumerismo, muchas personas le han dado un giro diferente al día de acción de gracias. Lo ubican en el contexto de  una gran celebración, en la que aprovechan para  tener un largo fin de semana disfrutando de una suculenta cena, otros  piensan que el día de acción de gracias es simplemente el principio de las celebraciones navideñas.

Hoy es un día especial para agradecer y ser solidarios con la paz, con el ambiente, con el pobre y el enfermo, con el mendigo y la viuda, con el huérfano y el leproso. Hoy es un día especial para dar gracias a Dios por permitir que este despierto, vivo, respirando el aire que nos regala, sintiendo el rayo del Sol que me quema. Hoy es un día especial para mirar a mi alrededor y ver como mi familia sigue ahí, ante las adversidades y sinsabores, ante las crisis y forma diferente de ser, estoy con ellos, y aunque no todo el tiempo puedo compartirlo con ellos, los amo y son parte de mi existencia.

El hombre, independientemente su situación de humano y carnal, debe tener un corazón lleno de gratitud. Hoy, temprano, lo primero que hare es ir  delante de Dios y pedir perdón por no dar gracias cuando las tenias que dar. Es hora de comenzar a ser agradecido con Dios por cada pequeño milagro que haga en mi vida y por cada milagro que hará.

“Feliz Día de Acción de Gracias”

Una nación sin rumbo

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El lunes, el Gobernador anunció, bueno a decir verdad, clarificó, que el gobierno no estaría adelantando la entrega del bono de navidad a los empleados públicos activos y a os retirados. De inmediato la prensa inició la propagación de la información como si fuera una noticia tan importante, obviamente es mi opinión. Se levantó un “issue” mediático en el país y muchos empleados empezaban a cuestionar la capacidad del gobierno para tomar tal acción, no decisión. Digo  acción y no decisión ya que siempre en el mes de julio el Departamento de Hacienda emite un Calendario de Pago. En dicho Calendario está claramente definido la fecha en que se pagará el bono, el 6 de diciembre de 2013. Peor es escuchar a unos aparentes fotutos analistas politiqueros hacer el coro del cuestionamiento de la acción del gobierno. Lo anterior, como lo he mencionado anteriormente, denota un desfase de prioridades en la población que reside, al menos físicamente, en este pedazo de suelo. Es cuestionable que la prensa, los analistas politiqueros ya los sectores “afectados” le estén dando tanta importancia a  la clarificación hecha por el gobierno,  hay otros puntos de más importancia que merecen preocupación y ocupación. Me imagino que si les adelantaban el bono, se iban a quedar “pelao” y entonces protestarían por que no se le adelanta la segunda quincena. En definitiva, me parece que vivo en una nación sin rumbo.

Ya los Barrotes Hablaron

Un 6 de enero del año 1943 nace el preso político, Oscar López Rivera, natural de San Sebastián. Que irónico, este hombre humilde defendió los colores de la bandera de la nación que lo mantiene prisionero desde el 1981, de hecho es veterano de la Guerra de Vietnam donde fue condecorado por su valor en combate. Luego regresa a Chicago para integrarse a las luchas comunitarias de igualdad de los derechos de las minorías y de los puertorriqueños. Desde ese momento aumentó su interés en que el pueblo de Puerto Rico fuera independiente. Por sus luchas fue acusado de conspiración sediciosa, para este delito el gobierno de los Estados Unidos impone sentencias máximas de 20 años, sin embargo, López Rivera cumple al día de hoy 32 años de prisión, siendo el prisionero político con más cantidad de años en una cárcel de los Estados Unidos. Lo interesante del caso es que por delitos de mayor gravedad los diferentes presidentes ya han dado la clemencia o indulto a otros prisioneros. Me imagino a el Sr. López, con su mente privilegiada, escribiendo su biografía y narrando en forma elegante las experiencias que les han tocado vivir desde detrás de los fríos barrotes de la celda húmeda y silenciosa. No obstante, cada noche fría, cada aislamiento, cada momento de soledad y sufrimiento le han servido para enviarle al mundo un mensaje claro, preciso y cónsono. El reclamo por su libertada ha unido a diferentes grupos políticos, intelectuales, religiosos, sociales y culturales. Hoy se levanta una voz consolidada que, sin duda alguna, y en forma unánime, pide que se le libere y pueda terminar su vida en una libertad física, ya hace tiempo la tiene emocional y espiritualmente. Su estatus de preso político pone ante la palestra pública la ironía de los discursos de los líderes de las naciones. Por un lado, reclaman libertades y derechos civiles, así como la emancipación fuera de su territorio, pero por otro lado, domésticamente, siguen manteniendo la negación a la libertad. Independientemente las razones que el gobierno de los Estados Unidos haya tenido para tomar prisionero a López Rivera y perpetua su estatus de prisionero político, ya es hora de que su libertad se vea hecha una realidad. El Presidente Obama tiene la decisión histórica de crecerse ante la comunidad internacional. No tiene nada que perder políticamente hablando, ya que no va a la reelección. Es la oportunidad de que ponga de manifiesto lo que ha estado promulgando en los diferentes discursos, el nivel de tolerancia y de sensibilidad.
Sr. Presidente, desde el frio y la impersonalidad de los barrotes un hombre espera la libertad. Usted tiene la palabra. Los barrotes ya han escrito la historia, la misma esta escrita detrás de los mismos.

¿Hacia dónde nos dirigimos como nación?

La semana pasada viví experiencias que de alguna forma me han puesto a meditar, que conste, no significa que no lo haga constantemente. Fue una semana fuerte y cargada de emociones, una semana en la que te preguntas; ¿hacia dónde nos dirigimos como nación? Por un lado, el reclamo de unos padres de un estudiante de educación especial, su desesperación, malestar y decepción con un sistema educativo que no atiende sus reclamos y que provoca, según los padres, que su hijo siga retrocediendo en sus capacidades sociales, emocionales e intelectuales. Por otro lado, una madre preocupada, una preocupación muy sincera y genuina, su hijo, estudiante de cuarto año, no ha tomado la clase de matemáticas por que el puesto no ha sido autorizado. Acuden donde uno, como muchos otros, buscando alternativas, buscando soluciones, buscando salidas, buscando que se les escuche, pero mas que escuchar, que se les resuelva y se le devuelva a sus hijos el derecho a una educación de calidad, no mendigan, no piden favores, piden que se les respete el derecho a la justicia y a la educación pública, gratuita y no sectaria de la que les habla la “Constitución” de Puerto Rico. Lamentablemente no tengo excusas para la falta de esos recursos, los escucho, me siento impotente y avergonzado, pero realmente solo puedo solidarizarme con su queja y aguantar su furia y descarga, realizada con mucho respeto. Lo triste de estos dos casos es que la queja común proviene de gente decente y responsable, gente trabajadora y que quiere para sus hijos lo mejor, gente como la mayoría de los puertorriqueños nacidos en esta patria que abrigamos esperanza, no viene de gente irresponsable, sin compromiso, de los que acechan las calles, de los asesinan la moral y la dignidad del ser humano, de los que viven del gobierno y no contribuyen a que Puerto Rico eche pa’ lante. Hay enajenación o se vive dentro de una burbuja, no se, y me preocupa hacia dónde nos dirigimos como nación. No podía ser mas emotiva el cuadre de la semana que recibir la lamentable noticia del asesinato de un compañero director escolar. El crimen asecha las esquinas, arrancaron la vida productiva del compañero, privan a su familia de un hijo, un sobrino, un tío, un hermano. Privan a una escuela de un director que, tal como había transformado anteriormente otra escuela que había dirigido, estaba preparando el camino para hacer lo propio a paso lento, pero seguro. Nadie vio, nadie escuchó, nadie sabe lo que pasó, hoy se busca por todos los medios encontrar a alguien que ofrezca confidencias, muy bien. Hoy se invierte mucho dinero en esclarecer el caso, muy bien. Pero, espero equivocarme, posiblemente los que lo hicieron fueron abandonados por el sistema de enseñanza, no estoy emitiendo juicio, posiblemente nadie los vio ni los escuchó en sus reclamos, solo medito y me cuestiono, si el sistema hubiese invertido en esas personas en una etapa previa, si la prevención hubiese estado presente tal vez no hubiese ocurrido ese asesinato y otras actos vandálicos que han ocurrido en nuestra sociedad. Que paradójico, por una lado unos padres reclaman un derecho para que sus hijos tengan una educación de calidad, por otro lado uno que educa e instruye es arrancado vilmente de la sociedad a la que servía.

Entonces a la luz de la “celebración” de los 520 años del aparente “descubrimiento” de Puerto Rico por parte de los españoles, hay que cuestionarse a que nivel de desarrollo estamos como pueblos, ¿seguimos siendo indios inocentes y con un estilo de vida propio y protector de sus tesoros y recursos, o hemos sido colonizados para abusar del progreso y aún así no reconocer los derechos y los reclamos propios de los que lo solicitan? ¿Será necesario retroceder en la historia, o valió la pena el “descubrimiento”, “redescubrimiento” o “colonización” de esta bendita tierra?

¿Hacia dónde nos dirigimos como nación?

Consulta Educativa

Consulta Educativa.

Hoy : Christian M. Varela Morales

Hoy